PRVOL_01_AROACARBONELL
El periodismo atraviesa uno de sus momentos más nefastos. Internet, dicen, está convirtiendo al periodismo en una profesión en peligro de extinción. Pero esto no parece más que una excusa barata, una cortina de humo. La prensa debe entonar de una vez por todas el mea culpa y replantearse. No se trata de innovar, ese ha sido su principal problema, se trata de convertirse en el ave fénix y resurgir de las cenizas que ha dejado esta profesión quemada por los intereses económicos.